El oso hormiguero también conocido como brazo fuerte (Figura 1), físicamente se caracteriza por poseer un hocico alargado, una cola desnuda y prensil, pelaje color crema con un chaleco oscuro y carencia de dientes. Es un mamífero mediano de entre 3.8 y 8.5 kg.
Estos mamíferos pertenecen al orden de los Xenarthros, dentro del cual también se encuentran los armadillos (e.g. en MéxicoDasypus novemcinctus y Cabassous centralis) y el poco conocido miquito dorado (Cyclopes didactylus). El nombre Xenarthra se refiere a articulaciones extra en las vértebras lumbares, las cuales son una característica exclusiva de estos animales y les sirven como refuerzo lumbar al excavar principalmente para obtener su alimento.
Los osos hormigueros se distribuyen desde México hasta el norte de America del Sur. En México se encuentran en la vertiente del Pacífico desde Michoacán y la Huasteca Potosina en la vertiente del Golfo, hasta Chiapas y Yucatán. En el estado de Guerrero se han reportado en las zonas de Acahuizotla y Chapolapa.
Estos mamíferos tienen una gran variabilidad individual (Figura 2) ya que son tanto diurnos como nocturnos, son arborícolas o terrestres. Generalmente son solitarios y territoriales pero pueden ser sociales en época reproductiva (la cual aún no está bien establecida por los biólogos). Tienen sólo una cría por parto y aunque su alimentación es variable, consiste principalmente de termitas y hormigas.
En México, la biología del oso hormiguero es poco conocida, lo cual contribuye a su ubicación actual en la categoría de “en peligro de extinción” dentro de la NOM-059-ECOL-2001, que incluye especies cuyas áreas de distribución o tamaño de sus poblaciones han disminuido drásticamente poniendo en riesgo su viabilidad biológica en todo su hábitat natural. A nivel internacional esta especie se considera como vulnerable dentro del marco del tráfico ilegal de animales, por lo cual se encuentra categorizada dentro del apéndice III de CITES.
Además de la carencia del conocimiento de estos singulares animales sus poblaciones se encuentran bajo distintas amenazas: como la destrucción de su hábitat y la explotación a la que se encuentra sujeta la especie. Esto fue percibido en una investigación prospectiva realizada en Nizanda, Oaxaca. Nuestras encuestas a lugareños revelan que los osos hormigueros son vendidos como mascotas o cazados por la falsa creencia de que extraen el cerebro de perros e incluso de las personas. Si a esto se suman observaciones personales de múltiples atropellamientos en caminos, lo cual coincide con los resultados de otras investigaciones científicas; podemos suponer que sus poblaciones están en decline.
Mientras más información acerca de sus hábitos, ecología y amenazas se pueda difundir entre la población mexicana, más se estará contribuyendo a su protección. Ya que varias de las estrategias que nos auxilian a salvaguardar la vida silvestre, tales como el cautiverio o el manejo de poblaciones en reservas naturales, se vuelven muy complicadas cuando los organismos que se pretende preservar están poco estudiados y, como el oso hormiguero son sumamente especializados.
La situación en que se encuentran las poblaciones del oso hormiguero en todo México parece ser muy similar para todas ellas, la información es escasa y la que hay es vieja. Cabe mencionar que en el estado de Guerrero se encuentra el lugar de donde proviene el ejemplar tipo de la subespecie Tamandua mexicana hesperia, esto es, el primer individuo colectado y en el que se basan las descripciones físicas e identificaciones del resto de los animales de esta subespecie. Esto entre otras razones, llama la atención hacía lo importante que es realizar investigaciones que aporten información útil sobre estos organismos, tanto en el estado de Guerrero como en el resto del país.

Autor: Fabiana Garcia
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